San Juan Evanglista (águila) con aureola
Biografía:
El apóstol Juan pertenecía al círculo íntimo de Jesús. Su nombre deriva del hebreo “Yohanan” que significa “el Señor es misericordioso”.
Juan era hijo de Zebedeo, hermano de Santiago el Mayor, y muy amigo de Simón Pedro. Ambos hermanos eran pescadores, y un día que estaban pescando en el lago de Genesaret, Jesús los exhortó a dejar todo y seguirlo. Hasta ese momento habían pertenecido al círculo de discípulos de Juan Bautista.
En la Biblia se describe a Juan como “el discípulo amado”, por lo que es de suponer que ocupó un lugar importante entre los apóstoles y fue el preferido de Jesús. De hecho, el día de la Última Cena estaba sentado al lado de Jesús, y junto con Simón Pedro acompañó a Jesús durante las últimas horas antes de que lo tomaran prisionero en el huerto de Getsemani. No tuvo miedo de apoyar a su Señor hasta el último momento de su vida, a pesar de que corría grave peligro de caer también él prisionero. Además, al pie de la cruz, Jesús le confió a Juan a su madre María; y cuando María Magdalena anunció que Jesús había resucitado, Juan y Simón Pedro fueron los que se cercioraron de que su tumba estaba vacía.
Después de la muerte de Jesucristo, Juan se ocupó de María hasta su muerte como si fuera su propio hijo. Él y Simón Pedro fueron los líderes y los pilares de la joven comunidad cristiana en Samaria y Jerusalén. Durante esta época fue arrestado tres veces y una de esas veces fue azotado en la prisión. Después del Concilio apostólico que se celebró en 51 D.C., conoció a Pablo. En 66 D.C. dejó Jerusalén y se fue a Asia Menor (hoy Turquía), donde dirigió la Iglesia de Éfeso.
Durante las persecuciones de los cristianos bajo el emperador romano Domiciano (81-96 D.C.) Juan fue arrestado y llevado a Roma para sufrir un martirio, pero salió incólume de la caldera de aceite hirviendo donde lo pusieron. El emperador Domiciano, horrorizado, lo desterró entonces a la isla de Patmos en el Mar Egeo. En ese lugar desierto Juan tuvo las visiones divinas que relata en su libro “Apocalipsis de San Juan” (en griego literalmente “Revelación a Juan”), el último del Nuevo Testamento. Dicho libro contiene profecías espantosas que inquietaron a muchísimas generaciones en los siglos posteriores.
Cuando Domiciano murió, Juan volvió a Éfeso y algunos creen que escribió el Evangelio y las Epístolas de San Juan. Además, sucedió al obispo Timoteo, que había muerto.
Juan murió de muerte natural hacia el año 100 D.C. – es decir, cuando ya era muy anciano – al comienzo del imperio de Trajano.
El culto de San Juan comenzó en Éfeso y se propagó paulatinamente hacia Occidente. Hay muchas costumbres en su honor en áreas rurales, como p.ej. la bendición del vino el día de San Juan.
Representación:
como anciano o como muchacho joven con el águila como símbolo de los evangelistas (en el capítulo de apertura del Evangelio de San Juan el águila simboliza el alto vuelo de los pensamientos), con alas o una cabeza de águila, con un cáliz, un candil, una pluma de escribir, un libro, una víbora, durante el martirio
Festividad:
27 de diciembre
Patronazgo:
sobre los teólogos, los funcionarios públicos, los notarios, los escultores, los pintores, los empleados de escritorio, los escritores, los libreros, los tipógrafos, los encuadernadores, los papeleros, los viticultores, los carniceros, los talabarteros, los vidrieros, los fabricantes de espejos, los grabadores, los cereros, los cesteros, la amistad, para una buena cosecha, contra el granizo, el envenenamiento, las quemaduras, las enfermedades de los pies, la epilepsia